Profesionales de todos los sectores, como diseñadores de productos, emprendedores y profesores, utilizan la fabricación de moldes para crear pequeños lotes de productos, producir prototipos de moldes complejos, someter a ensayo la producción de plásticos finales y, en general, para cualquier situación que requiera la creación de múltiples copias de una pieza de manera asequible y sencilla. Esta técnica permite que se produzcan pequeños lotes de entre 150 y 600 piezas o que se sometan a ensayo los diseños de los moldes antes de invertir en utillaje costoso. Combinar la fabricación de moldes con la impresión 3D de escritorio permite a los ingenieros y diseñadores ampliar la gama de materiales que utilizan y emplear sus impresoras 3D no solo para la creación rápida de prototipos sino también para la producción. Las piezas impresas en 3D que se utilizan para complementar el proceso de moldeo suelen ser más rápidas y menos costosas que el fresado de CNC. Además, es más sencillo trabajar con estas piezas que con moldes de silicona.
Los moldes impresos en 3D tienen a ser más baratos y más sencillos que otras técnicas como el mecanizado CNC o la fundición de silicona para pequeños lotes.
John Wesley Hyatt inventó el moldeo por inyección en 1872. Al principio, funcionaba de manera muy similar a una aguja hipodérmica. En 1956 se completó el diseño de la máquina de moldeo por inyección moderna con la invención del tornillo reciprocante.
En los procesos modernos de moldeo por inyección, un tornillo reciprocante conduce los gránulos de polímero plástico a un cilindro calentado a través de una tolva. A medida que se acercan los gránulos al calentador, se funden y se inyectan en la cavidad del molde, donde se aplica presión. Una vez la pieza se ha formado y enfriado dentro del molde, se extrae para que este último se pueda reutilizar.
Pequeña pieza de plástico creada con un molde de inyección impreso en 3D directamente con la High Temp Resin de Formlabs.
Los polímeros que se utilizan en los procesos de moldeo por inyección son relativamente baratos y se pueden utilizar para obtener toda una gama de propiedades, por lo que el moldeo por inyección es un método popular para crear embalajes y productos de consumo Dato curioso: las piezas de Lego, que tienen que ser resistentes y precisas, se fabrican mediante el moldeo por inyección.
Con impresoras 3D de escritorio asequibles, materiales de impresión 3D resistentes a la temperatura y máquinas de moldeo por inyección, es posible fabricar moldes de inyección impresos en 3D en tus propias instalaciones para crear prototipos y pequeñas piezas funcionales con plásticos de producción. Para la producción de bajo volumen (entre 10 y 1000 piezas), los moldes de inyección impresos en 3D suponen un ahorro de tiempo y dinero en comparación con los moldes de metal, que suelen resultar costosos.
También hacen posible un enfoque de fabricación más ágil que permite a los ingenieros y diseñadores crear prototipos de moldes por inyección y someter a ensayo distintas configuraciones de moldes o modificarlos fácilmente y seguir realizando iteraciones de sus diseños con plazos cortos de fabricación y costes bajos. Los moldes se pueden imprimir directamente en 3D utilizando distintos materiales, como las resinas estándar o la High Temp Resin de Formlabs.
Para obtener información más detallada sobre estas técnicas, resinas e impresoras